11 de diciembre del 2025
En el marco de la Política de Vinculación con el Medio de la Escuela de Investigaciones Policiales y con el propósito de fortalecer el ámbito disciplinar profesional asociado a la integridad pública, el plantel formador de los futuros Detectives del país desarrolló un ciclo de charlas dedicado a “Compliance Policial”; la primera efectuada el miércoles 22 de octubre para funcionarios de esta Institución de Educación Superior, y la segunda concretada el miércoles 10 de diciembre, instancia que incluyó la participación del Tercer Subdepartamento de Instrucción.
Las jornadas estuvieron a cargo del Departamento de Gestión de Riesgos de la Inspectoría General y fueron lideradas por el Subprefecto Jorge von Gierke Barassi, junto al abogado y asesor Alberto Precht Rorris, quienes abordaron los principales desafíos que enfrentan las policías modernas en materia de prevención de corrupción, gestión de riesgos y fortalecimiento de la cultura ética.
Durante las exposiciones se revisaron conceptos esenciales asociados los fenómenos de prácticas indebidas, su expresión en ámbitos policiales, administrativos, políticos, públicos y privados, así como las amenazas emergentes contra la institución, vinculadas al crimen organizado. Junto con ello, se presentaron herramientas de aplicación práctica que permiten reforzar estándares de integridad, entre ellas el código de ética actual, los mecanismos de denuncia y sistemas de control interno.
La iniciativa se inserta en el compromiso de Escuela PDI con promover un enfoque formativo que articule conocimiento académico, prácticas de transparencia y responsabilidad pública. En esa línea, el Subprefecto von Gierke destacó el valor estratégico de incorporar estas temáticas en la formación policial: “Compliance Policial no es solo un conjunto de normas; es una manera de actuar que protege a la PDI y fortalece la confianza ciudadana. Para una policía moderna, prevenir riesgos, promover la integridad y reaccionar adecuadamente ante señales de corrupción no es optativo: es una obligación ética que sostiene la legitimidad del servicio policial”, afirmó.
Las charlas abrieron, además, un espacio de reflexión crítica respecto de creencias erróneas que suelen facilitar conductas riesgosas en entornos institucionales, tales como la normalización de prácticas impropias o la percepción de impunidad, las cuales fueron analizadas, a partir de ejemplos reales y de modelos internacionales de buenas prácticas recomendados por organismos como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD).




